Durante un tiempo, hemos escuchado por parte de periodistas, políticos y los propios fabricantes que el eléctrico es el futuro. Pero, ¿cual es el presente? Como todo, depende de las necesidades de cada persona. Si el uso que le das a tu coche es el de realizar pequeños desplazamientos diarios a tu puesto de trabajo y los fines de semana lo utilizas para hacer una escapada, entonces el híbrido enchufable, más que una opción a valorar, es una opción a tener muy en cuenta. Hoy, hablaremos de los enchufables.
Cuando hablamos de un coche híbrido enchufable tenemos que hacer muy bien la distinción de sus dos motores y de cuando resulta más conveniente hacer uso de cada uno. La idea principal es que para los largos viajes en autovía demos prioridad al motor de combustión, reservando el motor eléctrico para los desplazamientos urbanos. Con los coches híbridos enchufables actuales tendremos una autonomía más que suficiente para movernos por ciudad. En un GLC, tendremos una autonomía de más de 50 kilómetros. En la gama de compactos (Clase A, CLA, Clase B, etc) tendremos 70 kilómetros. Finalmente, en el GLE, que por su arquitectura y tamaño podemos acoplar más celdas, tendremos 99 killómetros de autonomía. ¿Ventajas? Muchas. ¿Desventajas? Tras varios días probando varias unidades, lo cierto es que es no hemos encontrado desventajas, o al menos relevantes
Hablemos de las ventajas comunes de nuestra gama de enchufables. La primera es que gracias a que todos cuentan con una autonomía superior a 50 kilómetros, tendremos etiqueta de la DGT de 0 emisiones, lo que quiere decir que siempre, bajo toda circunstancia podremos acceder al centro de cualquier ciudad. Es más, en Madrid no pagaremos la zona SER (zona azul, de toda la vida). Barriendo para casa, en Albacete a día de hoy no importa que tengas un coche de combustión, híbrido o eléctrico, seguirás pagando la zona azul religiosamente (aunque es de preveer que esto pronto cambiará).
Su segunda gran ventaja es que para los desplazamientos diarios, no gastaremos ni un solo Euro en combustible. Son muy pocas personas las que exceden los 50 kilómetros diarios, por lo que podremos movernos a nuestro puesto de trabajo en modo 100% eléctrico. Bien sea de noche o en la hora de comer, podremos cargar nuestra batería pues en un compacto, la carga en un Wallbox es de tan solo 1 hora y 45 minutos. La tercera y última ventaja (hay muchas más pero estas son las más relevantes) es que la sensación de potencia es superior a la que las cifras declaran. Volvamos al ejemplo de los compactos. En un Clase A tenemos una potencia máxima de 218 CV. Esa cifra ya es imponente de por sí pero el propulsor se siente mucho más vivo que en un coche de potencia similar que solo sea de combustión. ¿Por qué? Cuando en un motor de combustión pisas el acelerador, se tienen que dar muchos condiciontes para que te entregue la potencia máxima. ¿Estás en el régimen óptimo de revoluciones? ¿El turbo se encuentra trabajando? Si la respuesta es sí, entonces efectivamente el motor te entrega su potencia máxima, pero hasta que esto ocurre, siempre se produce un pequeño retraso. Con los híbridos enchufables no ocurre así. Tan pronto como pises el acelerador, la parte eléctrica te entrega el 100% de su potencia e inmediatamente percibes como el motor de combustión acompaña al motor eléctrico. El mejor modo de describirlo es que simplemente, te quedas pegado al asiento (lógicamente esta conducción afecta a su autonomiá)
Todo suena muy bien, pero, ¿tenemos alguna desventaja? No. Al menos no tan relevantes como para apartarnos de la compra de uno. Al principio el tacto del pedal de freno resulta extraño, puesto que cuando lo accionamos, activamos el sistema tradicional de frenos pero también la regeneración de la batería (podremos recuperar pequeñas cantidades de energía al accionar el freno). Esto, mas que un defecto, es algo a lo que hay que acostumbrarse. ¿Y donde se alojan las baterías? ¿Perderé capacidad de carga? En los híbridos enchufables de última generación, Mercedes ha realizado un trabajo excepcional para que no perdamos capacidad real de almacenamiento en el maletero. Simplemente, renunciamos al doble fondo, que rara vez utilizamos.
El último aspecto al cual también hay que acostumbrarse son las levas de cambio. Las levas tienen más funcionalidades. Cuando vayamos en modo combustión o en modo híbrido, con las levas cambiaremos las marchas. Esa es la función que siempre han tenido. Pero cuando vayamos en modo eléctrico estas levas cambiarán la resistencia que nos ofrece el freno motor. ¿Qué es la resistencia del freno motor? Como hemos mencionado anteriormente, con un enchufable, al frenar podremos recuperar energía. También lo haremos al levantar el pedal del acelerador. Si vamos en un modo que ofrezca mucha resistencia, recuperamos más energía, mientras que si vamos en un modo que ofrezca poca resistencia no recuperaremos energía, si bien es cierto que nos iremos deslizando como si fueramos en punto muerto, por lo que tardaremos más tiempo en pisar el acelerador y por lo tanto ahorraremos energía.
Podríamos alargar este artículo durante horas y horas, podríamos entrar en tecnicismos, pero si quieres resolver tus dudas con el híbrido enchufable, visita Automóviles Villar y prueba nuestra amplísima gama de vehículos. A nosotros nos han dejado sin palabras.